Según los datos del proyecto “Fortalecimiento de la atención integral del cáncer” de la Caja Costarricense de Seguro Social con base en los datos del “Registro nacional de tumores” uno de cada siete hombres puede llegar a tener cáncer de próstata y uno de cada 16 puede llegar a fallecer por esta enfermedad en Costa Rica.
El gerente médico Dr. Mario Ruiz señala que esos datos implican que el impacto del cáncer de próstata es alto, pero aclara que la Caja ha realizado grandes esfuerzos en el equipamiento y la gestión que permitieron mejorar la detección temprana y la atención oportuna, lo cual se ve reflejado en la disminución de la mortalidad.
Gracias a los esfuerzos y dado que el cáncer es prioridad institucional desde el 2009 todos los establecimientos de salud donde hay especialista en urología fueron dotados de equipos con toma de biopsia guiada por ultrasonido desde el 2016.
Esto significa que los hombres evitan desplazarse grandes distancias, usualmente desde las comunidades en las costas o desde las comunidades de la frontera sur o norte para acceder al examen que facilita el diagnóstico. Esto eleva el compromiso de las personas con su autocuidado y mejora la oportunidad de atención.
El impacto del cáncer de próstata puede verse en las siguientes estadísticas:
- Enfermedad: durante el 2016 – el año estadístico de incidencia más reciente- se registraron 1043 casos y el promedio de enfermos nuevos en el quinquenio fueron mil casos por año.
- Mortalidad: durante el 2020 se registraron 445 fallecimientos y el promedio del último quinquenio es de 412 muertes por año.
- Tendencia: en comparación con el año 2000 la enfermedad ha bajado 10% y la mortalidad disminuyó en un 26%.
- Impacto: excluyendo el cáncer de piel el cáncer de próstata, gástrico y colorrectal son los más frecuentes en la población masculina de nuestro país, siendo el 52% de todos los diagnósticos de cáncer.
- El cáncer gástrico (15%), próstata (15%) y colorrectal (11%) son las tres principales causas de muerte por cáncer en hombres en Costa Rica.
El punto clave para la detección temprana es conocer el riesgo y actuar cuando es necesario para la atención oportuna que, como se sabe, es vital para tener mejor pronóstico de vida.
El riesgo de llegar a tener cáncer de próstata aumenta a partir de los 50 años. Según las estadísticas el riesgo acumulado de padecer es 14,4%; es decir 1 de cada 7 hombres puede llegar a desarrollar la enfermedad. Y el riesgo acumulado de morir es 6,2%; es decir, 1 de cada 16 hombres puede llegar a fallecer por esta causa.
Para el doctor Alejandro Calderón Céspedes del proyecto “Fortalecimiento de la atención integral del cáncer” la disminución de la mortalidad es muy importante porque es posible que los casos aumenten conforme envejece la población y los resultados de mortalidad demuestran que hay capacidad institucional para atender los enfermos de todo el país con las mismas condiciones de oportunidad, pues no hay diferencias significativas de mortalidad por zonas.
Estimar el riesgo y actuar cuando sea necesario
Según la uróloga Gabriela Barrantes Montiel el riesgo invita a hablar con el médico sobre las opciones y tomar acción.
La especialista recuerda que el examen de antígeno prostático está disponible en todos los EBAIS y que, según la guía de atención de cáncer de próstata vigente, cuando el resultado es mayor a tres, el médico realizará un examen físico para establecer o no la sospecha de cáncer lo que conducirá a la recomendación de ser referido al especialista de Urología.
La uróloga también comenta que es posible que las concentraciones del antígeno también sean altas en los hombres que tienen una infección o inflamación de la próstata, o tienen próstata agrandada pero no cancerosa, por eso tras el examen de sangre se realiza el examen físico. Además, cada caso debe ser individualizado por el especialista tomando en cuenta la edad del paciente, y los otros estudios ya realizados.
Este acceso a los exámenes primarios para establecer la sospecha es una gran ventaja para la detección temprana porque si se hace en una etapa más tardía, existen menos opciones de tratamiento curativo para el paciente. Es importante recordar que los síntomas de dificultad para orinar ó de orinadera no son necesariamente asociados a una enfermedad como el cáncer.
El examen de antígeno en sangre puede hacerse a partir de los 50 años según sea la recomendación médica. El 98.3% de los casos en los últimos años fueron diagnosticados en mayores de 50 años, por lo tanto, es posible que el médico lo recomiende a partir de esa edad.
Esta recomendación general puede variar en casos de antecedentes familiares. Es posible que el médico recomiende estar atentos desde los 40 años si el papá o los hermanos han tenido este cáncer, pues el riesgo de sufrirlo es 2 o 3 veces mayor cuando hay un enfermo en la familia y sube a 5 veces de mayor riesgo cuando hay dos casos.
Además, por cada cien casos de cáncer en hombres blancos, hay 116 de hombres negros, por lo que se considera el color de piel como un factor que puede ser indicador de mayor riesgo, aunque ese incremento es pequeño. También hay otros factores como haber fumado y tener vida sedentaria, un factor común para varios tipos de cáncer.
Otro punto clave para saber si se realiza los exámenes o no es saber que en general el cáncer de próstata crece de forma muy lenta, por lo que encontrarlo y tratarlo antes de que se presenten síntomas quizás no mejore la salud de la persona ni ayude a prolongar su vida.
Esto quiere decir que si un hombre tiene 70 años quizás su cáncer de próstata no llegue a representar un peligro para su vida, tomando en cuenta de que lo sería hasta dentro de 15 años, mientras que la expectativa de vida en Costa Rica para los hombres es 78 años.
Siguiendo el ejemplo de ese caso, esto significaría que el hombre puede fallecer por causa de otra y no por ese tipo de cáncer.
Por lo tanto, el hombre de 70 años debe considerar si tratarse de cáncer de próstata es una opción que beneficia su salud o si eso puede provocar un deterioro de su condición, sin llegar a concretarse un riesgo de vida. Esa es una decisión que puede tomar en conjunto con su médico.
Lo anterior, según la norma para la atención a personas con cáncer de próstata señala lo siguiente: tomando en cuenta que, para un hombre mayor de 69 años a quien en el control periódico no se le ha detectado cáncer, la probabilidad que se le diagnostique cáncer de próstata en el futuro y que este pueda comprometer su vida es sumamente bajo, la indicación de hacer exámenes será por recomendación y en acuerdo con el médico.