Melissa Lucio iba a ser la primera mujer latina condenada a pena de muerte en EE.UU este miércoles, acusada del asesinato de su hija de 2 años, Mariah Elizabeth Álvarez.
Sin embargo, después de que la mexicana estadounidense pasara 14 años en la cárcel, sus abogados presentaron una solicitud de suspensión de ejecución. Además pidieron una nueva revisión del material probatorio del caso. Este demostraría Lucio es inocente y que fue coaccionada para entregar una confesión bajo presión. Su defensa hizo público un mensaje:
“Doy gracias a Dios por mi vida. Siempre he confiado en Él. Estoy agradecido de que la Corte me haya dado la oportunidad de vivir y probar mi inocencia. Mariah está en mi corazón hoy y siempre. Estoy agradecida de tener más días para ser madre de mis hijos y abuela de mis nietos. Usaré mi tiempo para ayudar a llevarlos a Cristo. Estoy profundamente agradecida con todos los que oraron por mí y hablaron en mi nombre”, manifestó Lucio.
Solicitud de clemencia
Los miembros del jurado también firmaron una solicitud de clemencia para Lucio, argumentando que tenían “serias preocupaciones” de que se les hubiera ocultado información durante el juicio inicial. Además, aseguraron que apoyaban una reducción de los cargos.
La Corte Penal de Apelaciones comentó en su fallo que hubo cuatro motivos argumentados por la defensa que respaldaban la suspensión de la ejecución: de no haber sido por el uso de falso testimonio por parte del estado, ningún jurado la habría condenado; la evidencia científica previamente no disponible impediría su condena; en realidad ella es inocente y el estado suprimió evidencia material favorable.
Declaraciones de Lucio
Lucio declaró a la policía el 15 de febrero de 2007, que durante una mudanza de casa, su hija quedó sin supervisión adulta mientras sus padres estaban ocupados.
En ese entonces, la familia, que tenía 12 hijos, vivía en un pequeño apartamento de dos habitaciones en el segundo piso de un edificio en la ciudad. Lucio explicó durante el interrogatorio que, cuando se percató de que Mariah no estaba en el apartamento, salió a buscarla y la encontró llorando al pie de las escaleras, con algo de sangre en los dientes de abajo. Sin embargo, al no encontrar otras heridas, la madre continuó con las tareas y dos días después, encontró a la pequeña muerta.
Supuesta negligencia policial
No obstante, Lucio declaró que confesó bajo coacción policial, ya que fue interrogada por cinco agentes de policía durante más de cinco horas, sin permitirle comer, beber o dormir.
“La fastidiaron y la regañaron y le gritaron hasta que finalmente accedió a sus demandas y a la insistencia de que era culpable de hacerle daño a su hija“, dijo a comienzos de abril la abogada Sandra Babcock en diálogo con BBC Mundo.
“Debió haber una investigación libre, exhaustiva y eso no fue lo que pasó”, agregó entonces.