Michael Kohlhof, de 35 años, acudió a un hospital de Estados Unidos al creer que estaba contagiado de gripe y horas más tarde sufrió un shock séptico. Luego de pasar varios dÃas en la unidad de cuidados intensivos (UCI), los doctores no confiaban en que pudiese reaccionar, pero poco a poco se recuperó.
Mientras los médicos investigaban qué habÃa provocado esta situación,seguÃan realizando diversas pruebas. Un dÃa después de su ingreso al establecimiento de salud, el hombre tuvo que ser intubado y recibió numerosos antibióticos, incluso el uso de vasopresores para poder mantenerle con vida.
Sin embargo, pese a la alta medicación, los órganos de Michael no respondÃan y se fueron debilitando. Horas más tarde, los médicos analizaron el hecho y vieron que el desenlace más probable era que el paciente falleciera tras no encontrar reacciones positivas.
Al dÃa siguiente, el personal médico le contó a la madre del joven que avisara a todos sus familiares para que puedan darle el último adiós. Pero ocurrió algo inesperado, Michael habÃa reaccionado pese a todos los diagnósticos desalentadores.
Posteriormente, le retiraron la respiración mecánica y los médicos descubrieron lo que habÃa causado la gravedad de su salud. Al examinar los resultados de todas las pruebas y análisis, el equipo médico diagnosticó que Michael Kohlhof habÃa sufrido una grave sepsis provocada por la picadura de una pulga que le habÃa contagiado de tifus.
Finalmente, la utilización de los vasopresores afectaron parte de sus manos y pies que tuvieron que ser amputados. El paciente se encuentra hospitalizado, pero esperan que se recupere y su familia abrió una campaña en GoFundMe para poder contribuir con los gastos médicos, las terapias, prótesis y otros tratamientos.