Setiembre cerró con 31 decesos en carretera, 12 menos que los reportados en agosto anterior y 7 por debajo de los contabilizados en setiembre de 2017.
De esta manera, son 330 los fallecidos acumulados en los tres primeros trimestres del 2018, ocho menos que los sumados en el mismo periodo del 2017.
Para el Director General de la Policía de Tránsito, Lic. German Marín Sandí, los resultados permiten tomar un respiro respecto a la dinámica que se venía presentando, ya que junio había reportado la cifra más alta de decesos de todo el año, con 45 vidas perdidas, y agosto había alcanzado las 43 fatalidades.
“Estamos hablando de una reducción del 27% de agosto a setiembre, dos muertos menos que en julio y 14 menos que en junio, así que nos da un poco de calma, pero nos hace ver la necesidad de redoblar esfuerzos en el último trimestre del año en el que las muertes suelen aumentar por tanta actividad en torno a las festividades navideñas y de fin de año”, mencionó Marín.
El funcionario también destacó que la cifra acumulada en setiembre es la más baja para el noveno mes del año en los últimos 5 años. La última vez que se reportaron menos decesos fue en el 2013, con 28 casos. Asimismo, destacó que el tercer trimestre del año sumó 107 decesos, los mismos que el primer trimestre y 9 menos que los sumados en abril, mayo y junio, lo que también es muy positivo.
Los 31 decesos de setiembre ubican al mes como el tercero del año con menos muertos, superado únicamente por febrero con 28 casos (el mes tiene 28 días, solamente) y por mayo con 30 vidas perdidas.
“Hay un compromiso de todo el personal para seguir buscando la reducción de fatalidades, haciendo esfuerzos y análisis de estrategias que nos permita tener mayor presencia en carretera. Seguimos atacando el alcohol al volante, el abuso de velocidad, la conducción por parte de personas sin licencia, el irrespeto a los altos y a los semáforos, con el objetivo principal de reducir los riesgos de fatalidades y de lesiones incapacitantes, que es otro gran problema social y económico para el país, pues no solo la muerte si no las secuelas físicas también afectan la cotidianidad y la economía de las familias”, finalizó Marín.