La NASA publicó los resultados de su "estudio de los gemelos", en el que analizó los cambios en el organismo de Scott Kelly durante casi un año en la Estación Espacial Internacional, y comparó esos resultados con los de su hermano gemelo Mark, quien permaneció en la Tierra. Scott experimentó cambios genéticos que sorprenden a los científicos.
La NASA acaba de divulgar los resultados de su mayor investigación sobre este tema, el llamado “Estudio de los gemelos” o Twin Study.
El estudio, publicado en la revista Science, es crucial para comprender el impacto en el cuerpo humano de futuras misiones a Marte.
Se trató de una oportunidad única. Los científicos analizaron los cambios experimentados por el astronauta Scott Kelly durante 340 días en la Estación Espacial Internacional (EEI) entre 2015 y 2016.
Y los datos se compararon con los de su hermano gemelo Mark, que permaneció en la Tierra.
Los hoy astronautas retirados de la NASA fueron sometidos a numerosos controles antes, durante y después de la misión de Scott, que tenía 52 años durante la misma, y cuyas muestras fueron enviadas a la Tierra.
Más de 80 expertos de 12 universidades formaron 10 equipos de trabajo para analizar la información.
Algunos de los resultados eran esperados, como la pérdida de densidad ósea, alteraciones en la microbiota, aumento en marcadores de inflamación y cambios en la estructura del globo ocular.
Pero Scott Kelly también experimentó cambios genéticos que los científicos no han logrado explicar.
“Más joven en el espacio”
Una de las grandes sorpresas fue el cambio en los telómeros, los extremos de los cromosomas que aseguran su replicación correcta durante la división celular.
Se sabe que estos extremos se acortan como resultado del estrés, y están relacionados con el envejecimiento.
Los telómeros se acortan a medida que envejecemos, y eso aumenta el riesgo de enfermedades de mayor incidencia en personas mayores como problemas cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Pero en el caso de Scott, los telómeros en sus glóbulos blancos se alargaron durante su estadía en el espacio.
La encargada del equipo que analizó los biomarcadores relacionados con la edad, Susan M. Bailey, de la Universidad estatal de Colorado, dijo que “fue realmente sorprendente” constatar que se produjo ese alargamiento.
Bailey bromeó que este cambio en los telómeros “no puede ser visto como una fuente de juventud, que haga que la gente espere vivir más cuando está en el espacio”.
Por otra parte, tras el regreso de Scott a la Tierra, sus telómeros sufrieron un rápido acortamiento.
Los telómeros del astronauta son más cortos ahora que antes de la misión, lo que podría aumentar el riesgo de un envejecimiento más rápido.
Cambios epigenéticos
También se registraron cambios significativos en la expresión de genes o epigenética, que refleja cómo el cuerpo reacciona a las presiones de su ambiente.
Los científicos observaron en Scott modificaciones en la expresión de genes que ayudan al cuerpo a producir energía y de genes relacionados con el sistema inmunológico.
Más del 90% de esos genes volvieron a la normalidad seis meses después de que el astronauta regresó a la Tierra.
Pero “un pequeño porcentaje de genes relacionados con el sistema inmunológico y la reparación de ADN no volvieron a sus niveles de base anteriores“, señaló la NASA.
Los investigadores no saben cuál es la explicación, ya que es muy difícil aislar la variable responsable entre todas las condiciones “anormales” que enfrentan los astronautas en el espacio: microgravedad, cambios en la dieta, mayor estrés por vivir en un espacio cerrado y mayor exposición a la radiación, entre otros.
“Es mucho lo que aún debemos comprender“
Más allá de los cambios en los telómeros y la expresión genética, el cuerpo de Scott Kelly pareció adaptarse bien al espacio.
Su sistema inmunológico respondió según lo esperado cuando recibió una vacuna contra la gripe mientras estaba en la Estación Espacial Internacional.
La NASA señaló que un buen funcionamiento del sistema inmunológico es fundamental para proteger a los astronautas de microbios durante misiones prolongadas.
“Dado que la mayoría de las variables biológicas y de salud humana se mantuvieron estables o volvieron al nivel base, esos datos sugieren que la salud humana puede mantenerse en su mayor parte durante este periodo (un año) de vuelo espacial”, señaló un comunicado de la Universidad de Texas, que participó en el estudio.
“Es tranquilizador saber que cuando vuelvas a casa las cosas serán, en gran medida, como antes”, señaló en conferencia del prensa el biólogo Mike Snyder de la Universidad Standford, uno de los autores del estudio.
Cuando el cuerpo se enfrenta a un ambiente estresante se producen cambios, por ejemplo, “el sistema inmunológico está activado”, agregó el científico.
“Pero es bueno saber que aún puedes funcionar bien, que las cosas siguen funcionando normalmente (…) y que todo volverá a la normalidad”.
Jennifer Fogarty, científica del Programa de Investigación Humana del Centro Espacial Johnson de la NASA, afirmó que “el estudio de los gemelos demostró como el cuerpo se adapta y permanece resiliente incluso luego de pasar casi un año en la Estación Espacial Internacional”.
“Es mucho lo que aún debemos comprender sobre como reacciona el cuerpo en el espacio“, agregó Fogarty.
“Los datos que obtuvimos en el estudio de los gemelos serán analizados durante años”.