En Colombia hay una finca con una vaca bastante particular.
Matilde hace recordar lo que fue “Jack” en Costa Rica. Es una vaca que llegó el día de su nacimiento a la casa en dónde hoy forma parte, ya que su madre sufrió una complicación en el parto.
Al crecer con 10 perros y ser cuidada por humanos, la forma de haberse criado fue muy diferente a la de cualquier vaca, por lo que tiene comportamientos de animal doméstico.
Como no tuvo madre, el vínculo y proximidad con Matilde se fue creando en el momento en que fue alimentada con tetero. Luego ella sobrepasó la confianza e inició a bramar justo cuando quería entrar a la casa de sus dueños y de la misma manera en viceversa, cuando se le apetecía salir.
Come la mayoría de ocasiones en la mesa con sus cuidadores y su fruta preferida es la guayaba.
En el lugar convive con animales como cerdos, patos, gallinas y otras vacas.
Ella recientemente tuvo un hijo (ternero), el cual mostraron en sus primeras horas de vida.
Su familia indica que mientras ella se encuentre en esa finca será tratada con mucho amor.