El golfista Tiger Woods sufrió un accidente este martes por la mañana cuando viajaba solo a bordo de su SUV Genesis 2021 en Los Ángeles. El deportista tuvo que ser trasladado a un hospital cercano en donde fue intervenido por las heridas que tenía en sus piernas, según comentó su agente Mark Steinberg, y confirmó más tarde la misma Policía. La Oficina del Sheriff del Condado brindó una conferencia de prensa para aclarar los hechos aunque reconocieron que no tienen ninguna evidencia concreta que les permita determinar la causa del incidente.
El alguacil Alex Villanueva fue quien tomó la palabra para explicar que el vehículo de Woods “recorrió varios metros” desde que se salió del camino y que por lo tanto pueden deducir “que iba a una alta velocidad”. Además, recalcó que en esa zona es usual que haya vuelcos y choques porque es una bajada luego de una curva y los conductores suelen excederse del límite de velocidad sin advertirlo.
A su vez, aseguró que no le hicieron ningún tipo de prueba ya que los agentes entendieron que estaba lúcido: “No parecía estar bajo la influencia de alcohol, drogas o algún tipo de estupefaciente”. Algo que fue corroborado luego por el oficial González, el primero en arribar al lugar: “Le pregunté su nombre, me dijo que era Tiger, le pregunté la fecha y hora y me contestó lúcido y calmado. Su condición era estable”.
“No parecía preocupado por sus lesiones en ese momento, lo cual no es infrecuente en las colisiones de tráfico. Muchas veces la gente tiende a estar en estado de shock. Es una experiencia traumática. No es raro que la gente se concentre en cosas sin importancia o incluso si tienen dolor, es posible que no lo sientan hasta mucho más tarde“, agregó.
De esta manera, descartaron una posible causa del incidente, aunque se sorprendieron al advertir un detalle en la escena: “No hay marcas de freno en el asfalto”. También descartaron que el clima le haya jugado una mala pasada al golfista, ya que la carretera estaba seca y el día despejado.
El accidente sucedió aproximadamente a las 7:12 de la mañana, 10 minutos antes de que un vecino de la zona informara sobre el vuelco. 7:28 el oficial González llegó al lugar y pudo constatar cómo se encontraba el deportista de 45 años, cuya identidad hasta entonces desconocían: “Woods no era capaz salir del vehículo, hice contacto visual con él, vi que estaba consciente y lúcido y esperamos a los bomberos para retirarlo del vehículo”.
“Sus heridas en ese momento no parecían tan graves, entonces decidí esperar a los bomberos”, aclaró el agente, quien no quiso dar mayores detalles: “No puedo hablar sobre la gravedad de las heridas porque no soy médico, pero puedo decir que tuvo que ser traslado al hospital”.
A su vez, el alguacil Villanueva aseveró que el automóvil, un Genesis SUV, salvó la vida de Woods: “El interior, el gabinete del vehículo estaba bastante intacto. La parte delantera estaba totalmente destruida, los parachoques, todo totalmente destruido, los airbags desplegados, todo eso. Sin embargo, afortunadamente el interior estaba más o menos intacto, lo cual le dio el cojín para sobrevivir a lo que de otro modo habría sido un accidente fatal”. En este sentido, González aportó otro dato: “Tiger Woods estaba usando cinturón, eso y las características del vehículo le salvaron la vida”.
Los agentes explicaron que los bomberos llegaron al lugar con un hacha y una pinza que permitieron liberar a Woods de su automóvil y adelantaron que la próxima semana publicarán un informe completo con más detalles que permitan comprender por qué razón el golfista norteamericano terminó volcado a un costado del camino.
La estrella del golf mundial fue llevado a una clínica cercana, el Centro Médico Harbor-UCLA, en donde está siendo intervenido. Su agente, Mark Steinberg, declaró a la agencia de noticias AP: “Tiger Woods tuvo un accidente automovilístico esta mañana en California, donde sufrió múltiples lesiones en la pierna. Actualmente está siendo operado. Les agradecemos su privacidad y apoyo”.
Grandes estrellas del deporte, como las leyendas de la natación Michael Phelps, el ex boxeador Mike Tyson y del basquetbol Earvin Magic Johnson, expresaron sus deseos y plegarias por la pronta recuperación de Woods. El accidente tuvo un especial impacto en el mundo del golf, donde generó gran conmoción entre sus colegas.
“Con el corazón roto y en shock al enterarme del accidente de Tiger Woods hoy”, escribió en Twitter el actual campeón del Abierto de Estados Unidos, Bryson DeChambeau. “Espero que Tiger esté bien”, afirmó por su parte el estadounidense Justin Thomas, número tres del mundo. “Duele ver a uno de tus… ahora uno de mis mejores amigos, tener un accidente. Solo espero que esté bien. Solo me preocupo por sus hijos. Estoy seguro de que están luchando”.
El comisionado del circuito de la PGA, Jay Monahan, emitió una declaración en la que dijo estar a la espera de más información sobre el estado de su estrella. “En nombre del PGA Tour y de nuestros jugadores, Tiger está en nuestras oraciones y tendrá todo nuestro apoyo mientras se recupera”, afirmó.
El estadounidense de 45 años es uno de los más grandes golfistas de la historia con 15 victorias en torneos de Grand Slam y un total de 82 títulos de la PGA, una cifra récord del circuito que comparte con el legendario Sam Snead.
El jugador se sometió recientemente a una quinta cirugía para afrontar sus problemas de espalda, que han lastrado su rendimiento durante las últimas temporadas. Apenas el domingo, reconoció que estaba en duda su participación en el próximo Masters de Augusta, que se celebrará en abril.
Woods era uno de los deportistas más admirados del mundo cuando se vio envuelto en un gran escándalo en 2009, cuando tuvo otro accidente vial frente a su casa de Windemere, Florida. Posteriormente comenzaron a salir a la luz numerosas infidelidades que un año después derivaron en el divorcio de su esposa, la sueca Elin Nordegren, con quien tuvo dos hijos, y le hicieron perder importantes patrocinios.
En 2010 regresó a la competición pero sus problemas de espalda le hicieron pasar por el quirófano cuatro veces entre 2014 y 2017. En mayo de 2017, fue detenido cerca de su vivienda en Florida después de quedarse dormido al volante de su coche en plena calle, lo cual el golfista justificó por haber tomado una mezcla de medicamentos recetados. Se declaró culpable de conducción temeraria y tuvo que afrontar una multa y servicios comunitarios.
En 2019, realizó un asombroso retorno al éxito al conquistar el Masters de Augusta, su primer título importante desde el Abierto de Estados Unidos de 2008 y que le hizo soñar con poder alcanzar el récord de 18 torneos de Grand Slam de Jack Nicklaus.
En una brillante carrera de más de un cuarto de siglo, Woods ha conquistado cinco ediciones del Masters de Augusta, cuatro del Campeonato de la PGA y tres del Abierto de Estados Unidos y del Abierto Británico. Su última aparición en los campos fue en el torneo familiar PNC Championship, en el que por primera vez compitió formando pareja con su hijo Charlie, de 11 años.