Llegar a viejo es una etapa a la que mucha gente no desea llegar. Pero para quienes padecen de enfermedades incurables como presión alta, diabetes, dolor en los huesos o lupus, es una preocupación constante, pues muchos piensan que el cuerpo devuelve más débil y la enfermedad ataca más fuerte.
Es necesario que elija el mejor tratamiento que se adecúe a sus necesidades. Es fundamental que tenga íntima relación con su médico o especialista.
Es hora de que abrase el deseo de vivir llevando a cabo el tratamiento solicitado, al pie de la letra. Y entienda que si no hay curación, por lo menos clínicamente comprobable, puede haber altibajos que, aun con mucho dolor, debe seguir con ánimo de vivir.
Una bella vejez es la recompensa de una bella vida, a pesar de la enfermedad.