La pesadilla para Ana Saito, una joven de 15 años inició en marzo del año 2014, fecha en la que fue secuestrada por un universitario de 23 años llamado Kabu Terauchi.
Cuando salía de su colegio en Tokio, el hombre la detuvo, le dijo que sus padres se estaban divorciando y que él era el abogado, por lo que debía acompañarlo.
Desde ese momento Ana pasó 2 años secuestrada en la casa de Terauchi, quien llevaba su vida normal en la universidad Chiba, de donde se graduó.
La joven había enviado cartas a sus padres, donde decía que estaba lejos y que no la buscaran, pero ellos siempre sospecharon que la joven había sido secuestrada.
Gracias a un descuido del hombre al dejar la puerta sin llave, la joven logró salir y llamar a su madre desde un teléfono público de la ciudad, donde fue recuperada.
Tras el rescate, el secuestrador fue encontrado en la calle con heridas y dijo a la policía que había intentado suicidarse.