Matthew Farrimond quería tener una vida lujosa y la manera más rápida de acceder a ella que encontró fue defraudar a la empresa constructora en la que trabajaba.
Tras una larga investigación y cuando ya no tenía otra opción que confesar su delito, el británico reconoció haber robado medio millón de dólares de la empresa, recoge BBC.
Farrimond reveló usó parte importante del dinero para comprar, entre otras cosas, costosos gatos de raza. Junto a su pareja además adquirió una casa de 235 mil dólares.
El sujeto, quien era el jefe de finanzas de la firma, mentía diciendo que el dinero iba destinado a organizaciones benéficas.
El británico fue encontrado culpable de los delitos de fraude y lavado de dinero, y condenado a cuatro años de prisión.
Fotos: Policía de Reino Unido/Shutterstock.
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