Ganarse la lotería es algo con lo que más de uno ha soñado, por lo que siempre que hay un ganador es una gran noticia.
Los hermanos Stocklas de Pennsylvania participaron en la lotería por el mismo premio, aunque ninguno de los lo sabía. Cuando James regresó de un viaje de pesca, descubrió que había tenido los números ganadores del premio mayor: 12-13-44-52-62, un verdadero golpe de suerte con el que se haría acreedor de casi 300 millones de dólares.
Sin embargo, todo cambió cuando su hermano Bob también anunció que era ganador, aunque el sólo se hizo acreedor de siete dólares. Por suerte James es muy buen hermano y declaró a la Lotería de Florida, que compartiría todo el premio con su familia, incluyendo a Bob.