Varias explosiones fuertes resonaron el viernes de madrugada en el centro de Kiev, en el segundo día de la invasión rusa de Ucrania, constató una periodista de AFP.
“Los ataques contra Kiev con misiles de crucero o balísticos se reanudaron. He escuchado dos fuertes explosiones”, afirmó por su parte el viceministro ucraniano de Interior, Anton Herashchenko, en su cuenta de Telegram.
La progresión de las fuerzas rusas hace temer la multiplicación de los ataques contra objetivos estratégicos y gubernamentales en la capital, incluso un asalto.
Después de utilizar ataques aéreos contra ciudades y bases militares, las unidades militares rusas se han movido rápidamente para tomar la sede del gobierno de Ucrania y su ciudad más grande, en lo que los funcionarios estadounidenses sospechan que es un intento descarado del presidente ruso Vladimir Putin de desmantelar el gobierno y reemplazarlo con su propio régimen.
Previamente, el aeropuerto militar de Antonov en Gostomel, en las puertas de Kiev, fue blanco de un ataque de fuerzas rusas llegadas en helicópteros que se enfrentaron a unidades del ejército ucraniano.
Esta infraestructura se encuentra justo en el límite norte de Kiev y los combates allí fueron los más cercanos a la capital ocurridos en la primera jornada del ataque.
En la noche, el presidente Volodimir Zelenski había alertado de la presencia de “grupos de saboteadores” rusos que habían entrado a Kiev y pidió a sus ciudadanos estar vigilantes y respetar el toque de queda en vigor.
En tanto, el mandatario lamentó el viernes que se su país ha quedado “solos” para defenderse ante la invasión lanzada por el ejército ruso en la víspera.
“Nos han dejado solos para defender nuestro Estado”, dijo Zelenski en un video publicado en la cuenta presidencial. “¿Quién está dispuesto a combatir con nosotros? No veo a nadie. ¿Quién está listo a dar a Ucrania la garantía de una adhesión a la OTAN? Todo el mundo tiene miedo”, lamentó.
Las fuerzas ucranianas se preparaban para más ataques luego de soportar una andanada rusa de misiles lanzados desde tierra y mar, un ataque que un alto funcionario de defensa estadounidense describió como la primera de varias fases de una invasión destinada a tomar centros de población clave y, en última instancia, “decapitar” al gobierno de Ucrania. Las autoridades ucranianas dijeron que ya habían perdido el control de la central nuclear de Chernóbil, escenario del peor desastre en una planta atómica en el mundo.
Al desencadenar la mayor guerra terrestre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, Putin ignoró la condena mundial y las nuevas sanciones en cascada. Con una escalofriante referencia al arsenal nuclear de su país, amenazó con “consecuencias que nunca han visto” a cualquier otro país que intente interferir, y una resolución diplomática parece ahora imposible.
(Con información de AFP y AP)