Desde que a Vicky Pickard, de 44 años y residente de Essex, Reino Unido, le diagnosticaron cáncer de páncreas y le dieron solo seis meses de vida sólo piensa en el futuro de su hija discapacitada. Decidió usar el tiempo que le queda para buscarle una nueva mamá.
La joven tiene 19 años y es una de las siete personas en todo el mundo que desde los cinco meses de edad fue diagnosticada con síndrome de Toriello-Carey, un trastorno genético que requiere constante atención.
Pensó en confiar en sus propios padres Joan y David, pero lo que realmente quiere es tener una madre amorosa y joven que pueda cuidar a su hija: "Mis padres son mis superhéroes. Siempre están a mi lado. Los amo tanto, pero tienen 70 años y no siempre podrán cuidar de Jess", le dijo al medio británico Mirror.
Jessi depende 24 horas al día de ayuda externa pues no tiene sentido de peligro, tiene anomalías cerebrales, defectos cardíacos y tono muscular débil, es epiléptica y está en el espectro del autismo. "Durante la noche se le monitorea el corazón, ya que a veces tiene convulsiones en su sueño", dijo la madre.
Desde su diagnóstico Vicky le ha dedicado 100% a Jessica."Estoy aprovechando al máximo el tiempo que me queda. La Navidad fue preciosa. Saber que era mi última fue duro y hubo algunas lágrimas", expresó.
"Conocimos a una familia encantadora a través de Guideposts (una organización que los ayuda con la búsqueda) pero vivían demasiado lejos", dice Vicky. "No quiero presionar a nadie, pero me encantaría una familia que Jessica ya conozca. Y es importante que esté cerca de mis padres y de todos sus amigos", agregó.
Vicky también quiere aumentar la concienciación sobre el cáncer de páncreas, que tiene una de las tasas de supervivencia más bajas de todos los cánceres, ya que generalmente se detecta tarde. Alrededor de una de cada cinco personas duran un año y de tres a cuatro de cada 100 cinco años.