Las autoridades de Estados Unidos anunciaron este martes 21 de diciembre que distribuirá millones de pruebas gratuitas de la COVID-19 ante el avance de la variante ómicron.
Se trata de 500 millones de pruebas gratis para detectar al coronavirus. Además, el gobierno federal movilizará un millar de doctores, enfermeras y personal médico militar a lo ancho del país de ser necesario en enero y febrero, y ampliará el alcance de su campaña de vacunación.
El secretario de Estado, Antony Blinken, anunció que EE. UU. también entregará 580 millones de dólares a organizaciones internacionales, principalmente la Organización Mundial de la Salud (OMS), para luchar contra la COVID-19 en el marco del avance de ómicron.
Además, Washington otorgará 75 millones a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), afiliada a la OMS, para brindar cooperación técnica en la administración de vacunas en Latinoamérica y el Caribe.
El último lunes 20 de diciembre trascendió que ómicron es la cepa de coronavirus dominante en la nación norteamericana. Solo la semana pasada fue responsable del 73,2% de los nuevos casos detectados, según datos de las autoridades sanitarias de ese país.
En algunos estados, como Florida (sureste), la proporción de ómicron llega a 95% de los casos, indicaron los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, el país más enlutado del mundo en números absolutos, con más de 807.000 muertes por COVID-19.
En ese contexto, la Casa Blanca detalló la estrategia del mandatario frente al avance de ómicron, que consiste en pruebas gratuitas, reforzar la campaña de vacunación y equipamiento adicional para los hospitales, aunque no restricciones para la población antes de Navidad.
“Tenemos las herramientas para superar esta ola”, señaló el martes 21 de diciembre un funcionario de la Casa Blanca. “No hay necesidad de confinar nuestras escuelas ni nuestra economía”, acotó.