Como si tuviera 15 años, así pasa los días José Acuña, un señor de 103 años que goza de la vida en el centro de ancianos en la comunidad de Hatillo 3.
Por mucho tiempo fue bailarín profesional y esto le ayudó a conservarse por tanto tiempo, ya que aún baila, canta, recita problemas y hasta lee el periódico sin utilizar lentes.
“Los doctores me han dicho que yo soy roble, me he caido varias veces, me revisan, me hacen exámenes y no me ha pasado nada… Definitivamente Dios siempre me acompaña”