Redacción
Repretel.com
El gobierno de China actualizó el sábado el balance del coronavirus a 54 muertos y 300 nuevos casos, lo que suma unas 1.610 personas infectadas.
Esta semana, Wuhan y otras 13 ciudades de la provincia Hubei fueron bloqueadas en un esfuerzo por establecer una cuarentena sin precedentes, destinada a contener el contagio respiratorio mortal, que se ha extendido a todo el país y a varios otros países.
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El virus, desconocido hasta el momento, ha causado preocupación mundial debido a su similitud con el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), que mató a cientos en China continental y en Hong Kong entre los años 2002 y 2003.
China intensificó el sábado las medidas de aislamiento y de control para evitar la propagación de la epidemia del coronavirus, que ha provocado una “situación grave”, en palabras del presidente Xi Jinping. “Mientras tengamos una confianza firme, trabajemos juntos -prevención científica y tratamientos- con políticas precisas, seremos, con seguridad, capaces de ganar la batalla”, dijo Xi.
Pero el virus se expande y ya está presente en cuatro continentes. Europa registró sus primeros tres casos el viernes, en tres personas que viven en Francia y que habían estado recientemente en Wuhan, epicentro del nuevo coronavirus. Australia confirmó además cuatro casos el sábado, todos ellos en personas que acababan de volver de China. En Asia hay varios países afectados y en Estados Unidos un segundo caso se confirmó el viernes.
Sin embargo, el estudio de los primeros casos muestra que la tasa de mortalidad del virus, llamado 2019-nCoV, de la familia de los coronavirus, es bastante débil. La tasa “es, de momento, de menos del 5%”, indicó el profesor Yazdan Yazdanpanah, experto francés de la OMS, que atendió a pacientes en Francia. “De forma general, los pacientes [afectados por el nuevo virus] están en un estado menos grave que con el SRAS”, que tenía una tasa de mortalidad del 9,5%, explicó el profesor Yazdanpanah.
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Sin festejos
China entró el sábado en el Año de la Rata, pero las conmemoraciones del Año Nuevo fueron mínimas y poco festivas. En las calles de Wuhan, una metrópolis de 11 millones de habitantes, no hubo petardos ni dragones. En los límites de la zona prohibida, a unos 20 km al este del centro de la urbe, los vehículos intentaban cruzar un peaje de autopista, pero tenían que dar media vuelta. “Nadie puede salir”, repetía un policía a la AFP. Desde el jueves, tampoco pueden partir de la ciudad trenes ni aviones.
Además de Wuhan, casi toda la provincia de Hubei está aislada del mundo. En total, unos 56 millones de personas están confinadas. En los pocos supermercados que quedaban abiertos, algunos ciudadanos trataban de conseguir mascarillas y productos desinfectantes.
El ejército envió el sábado a la zona prohibida tres aviones con 450 médicos y personal sanitario especializado. Algunos de ellos tienen experiencia en la lucha contra el virus del Ébola y el SRAS. Los médicos militares trabajarán en distintos hospitales de la ciudad donde están ingresados numerosos pacientes con neumonía viral, precisó la agencia Xinhua. Los hospitales están saturados. Un nuevo centro médico para un millar de pacientes está siendo construido in extremis en la zona y estará operativo en 10 días. A este se sumará otro hospital con 1.500 camas que estará listo en el sorprendente plazo de 15 días, según anunció el sábado un medio estatal.
Además, se van a instalar puntos de inspección en prácticamente todo el país y todos los viajeros que presenten síntomas de neumonía serán "inmediatamente trasladados" a un centro médico, anunció un comunicado de la Comisión Nacional de Salud.
La Comisión Nacional de Salud también ordenó medidas a nivel nacional para detectar y aislar a las personas que portan el virus en aviones, trenes y autobuses en todo el país.