Texto por:RFI | Carlos Herranz
La etiqueta de que es el “próximo Rafael Nadal” es algo a lo que se está acostumbrando. Este lunes 17 de julio, la prensa deportiva mundial ya apoda a Carlos Alcaraz “el rey Carlos”.
El tenista español logró coronarse este domingo en el All England Club, menos de un año después de ganar en Nueva York el Abierto de Estados Unidos, cuando a los 19 años convirtió en el número uno mundial más joven de la historia.
Su carrera fulgurante arrancó a los 4 años de edad cuando “Carlitos” comenzó a golpear sus primeras bolas en el club de tenis dirigido por su padre en Murcia, donde sigue viviendo con sus padres y hermanos.
A los 5 o 6 años ya tenía muy buena coordinación y sobre todo, como ha dicho su padre, podía copiar todo lo que veía en una pista de tenis. En ese momento se decidió desarrollar todo su potencial.
Tras su segundo título de Grand Slam, su rival Novak Djokovic declaró en Wimbledon: “Creo que tiene lo mejor de los tres”, hablando de Nadal, Federer y de él mismo.
“Para ser honestos, nunca he jugado contra un jugador como él”, agregó.
La eterna sonrisa de Alcaraz trasmite lo mucho que disfruta en la pista. Su victoria sobre Djokovic fue una auténtica proeza en el escenario más importante del mundo y rodeado de celebridades, desde el rey Felipe VI y los príncipes de Gales, hasta Brad Pitt.
Un auténtico orgullo verlo “tan joven luchar como un gigante contra otro gigante”, según palabras del presidente español Pedro Sánchez.
Alcaraz se convirtió así en el tercer tenista español en recibir la copa dorada después de Santana y Nadal.