Las fuertes ráfagas de viento acabó con la vida de un enorme árbol de 400 años de antigüedad.
El imponente se ubicaba en el Parque Nacional Volcán Arenal.
El árbol de 30 metros era uno de los más queridos del sitio.
Fue un grupo de visitante quienes informaron de este incidente al personal del parque.
Producto de la caída quedó casi a la mitad.