La situación es muy difÃcil para los damnificados.
Las excavadoras aún siguen limpiando de escombros las zonas afectadas y derribando los edificios dañados por los seÃsmos del pasado 6 de febrero y por las fuertes réplicas que siguieron. Â
Según datos del Ministerio turco de Urbanismo, hay más de 220.000 edificios que los tumbó el terremoto.
Esto ha dejado a más dos millones de personas sin hogar. Â
La agencia de gestión de emergencias ha evacuado ya a cerca de medio millón de personas y cientos de miles más han abandonado la zona por sus propios medios y viven ahora en casas de familiares, residencias de estudiantes o en hoteles del oeste del paÃs que han abierto sus puertas.
Sin embargo, según el gobierno turco más de un millón trescientas mil personas residen en tiendas de campaña y en casas contenedor en las ciudades afectadas o en sus cercanÃas.
La situación es muy difÃcil porque el frÃo ha vuelto y en algunas provincias por la noche se registran hasta -20°.
Hay localidades de la provincia de Hatay donde aún no se ha recuperado ni la electricidad ni el agua corriente y periódicamente se registra escasez de agua embotellada para cubrir las necesidades.
Esto está provocando un incremento de las enfermedades contagiosas, especialmente de las vÃas respiratorias, diarreas y enfermedades cutáneas como la sarna. Â
Hay miedo que ocurra lo que pasa en el otro lado de la frontera, en Siria, donde la ausencia de infraestructuras ha provocado un rebrote del cólera, aunque de momento en TurquÃa no se ha detectado ningún caso.