El rastro de sangre que se observaba desde dentro de la propiedad alertó a los vecinos que se extrañaron de que don Sergio Hidalgo, el pulpero de la zona conocida como Amelias II, en Purral de Goicoechea, no abriera su local como era tradicional. De inmediato se dio aviso a las autoridades que finalmente confirmaron su muerte a manos de un presunto ladrón que ingresó por el techo de la vivienda.