En Sudán, en el día del Eid al-Fitr que marca el final del Ramadán, los combates no han cesado a pesar del anuncio de un enésimo alto el fuego el 20 de abril de 2023.
Las calles están desiertas. Sólo se ven soldados, desplegados en los cruces, en las esquinas de las casas.
En esta fiesta musulmana, el muecín ni siquiera ha podido llamar a los fieles a la oración.
La aviación del ejército regular prosigue sus ataques contra las posiciones de las Fuerzas Paramilitares de Apoyo Rápido (FAR) en el centro de la ciudad.
Éstas responden dispersándolas en las zonas residenciales.
Esta mañana parece producirse un cambio de estrategia por parte de las Fuerzas Armadas Sudanesas (FAS): las tropas terrestres de infantería se han desplegado desde el norte y visiblemente en el sur de la ciudad.
Se producen frecuentes intercambios de disparos. Se han visto columnas de soldados peinando las manzanas de la ciudad.
La víspera, el general Hemedti, jefe de la RSF, se mostró abierto a un alto el fuego.
Pero el general Abdel Fattah al-Burhan, jefe de las SAF, que apareció en televisión, parece haberse negado.
Ninguna señal de apaciguamiento, por tanto. En estos momentos, como las baterías eléctricas se están agotando y las comunicaciones son difíciles, es casi imposible mantenerse al día de lo que ocurre en el resto del país.