El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha sido un férreo opositor a la vacuna contra el Covid-19 y desde el primer momento le bajó el perfil a la emergencia sanitaria.
La actitud desafiante del líder brasileño y el nagacionismo con que se ha mostrado frente a la pandemia del coronavirus, le han costado tensiones al interior de su gabinete y ser uno de los países con mayor número de muertos y contagiados por coronavirus.
La Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) estuvo investigando durante los últimos seis meses la gestión de Bolsonaro respecto a la pandemia. Esta semana emitió su informe final donde recomendó acusar al mandatario brasileño y a otros funcionarios de ocho delitos, entre ellos, el de “crímenes contra la humanidad” por gestión de la pandemia.
Luego de más de medio millón de fallecidos producto del coronavirus, Brasil es uno de los países más afectados por la pandemia, donde muchos apuntan a Bolsonaro como culpable.
“Al insistir en el ‘tratamiento precoz’ como única política para combatir la pandemia, Bolsonaro colaboró fuertemente con la propagación del Covid-19 en Brasil y, así, se mostró como el principal responsable de los errores cometidos por Gobierno”, sostiene el informe de 1.200 páginas redactado por el senador Renan Calheiros, instructor del grupo parlamentario.
El documento incluye acusaciones por los delitos de epidemia con resultado de muerte, infracción de medidas sanitarias e incitación al delito, según informa France 24.
Sería aprobado la próxima semana por la comisión y enviado a tribunales, debido a que el comité del Senado no tiene atribuciones para hacer una denuncia formal.
Sin embargo, el documento y antecedentes podrían ser utilizados si es que otros órganos inician acciones legales en contra del mandatario brasileño.
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