2020 está siendo un año atípico a todos los niveles por culpa de la pandemia del coronavirus, que ha generado un parón mundial de la economía y ha sembrado incertidumbre en casi todos los mercados financieros. Quizá la excepción sea el caso de los mercados monetarios (divisas internacionales y criptomonedas). Estos mercados están más protegidos frente a escenarios como el que estamos atravesando, lo que nos permite poner a trabajar nuestros ahorros con un nivel de riesgo asumible, tal y como vamos a ver a continuación.
El mercado de divisas, ideal para quienes hayan perdido la confianza en las bolsas mundiales este año
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La compraventa de acciones es una de las actividades favoritas de los inversores, pero son muchos los que este año han sufrido fuertes pérdidas en los diferentes mercados de valores del mundo. Por eso no debe extrañar que cada vez sean más los que prefieren lanzarse al forex trading u operativa con divisas, ya que elimina riesgos al no depender la operativa de resultados empresariales sino de datos macroeconómicos, más sencillos de procesar en tiempos de incertidumbre. Por ejemplo, resulta más fácil anticipar movimientos en un par de divisas como euro-dólar o dólar-libra, sujetos a políticas estrictamente monetarias, que aventurarse con acciones de empresas cuyos balances están en el aire este año. En este vídeo entenderás mejor en qué consiste este mercado financiero que goza de cada vez más popularidad.
Las criptomonedas, la opción para inversores con mayor apetito de riesgo financiero
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Las criptomonedas, con el bitcóin a la cabeza, son uno de los activos financieros de creación más reciente (2009, para ser más exactos). A pesar de su juventud, ya gozan del favor de muchos inversores, especialmente entre quienes huyen de la exposición a los mercados bursátiles tradicionales. Costa Rica no es la excepción: incluso hay un cajero automático que convierte de colones a bitcoines.
Estos tiempos de incertidumbre han supuesto una verdadera prueba de fuego sobre la viabilidad de las criptomonedas como valores refugio, es decir, con especial resistencia ante escenarios de adversidad económica. Pues bien, si echamos un vistazo al desempeño del bitcóin en lo que va de año, comprobaremos que ha cumplido con creces su cometido, ya que ha aumentado de valor desde enero. Y esta circunstancia, en tiempos de coronavirus, tiene mérito y demuestra que los detractores de las criptomonedas quizás tengan que cambiar de narrativa en un futuro no muy lejano. Pese a todo, las criptomonedas siguen siendo activos no aptos para inversores con aversión a las grandes volatilidades y a la regulación escasa, a diferencia de lo que sucede con el mercado de divisas tradicionales.
En resumen, este año en el que invertir en valores bursátiles se ha vuelto casi misión imposible, todo apunta a que la inversión en activos monetarios se volverá más popular que nunca. La menor dependencia de la actividad económica que presentan los mercados de divisas (tradicionales o criptográficas) es el principal atractivo para atraer el dinero de unos inversores que han sufrido uno de los años más complicados que se recuerdan.