Los choferes le quitaron la ropa y la policía tuvo que llevarse prácticamente desnudo al ladrón en la patrulla.
Según autoridades, cada hora un vehículo es robado en el país y la mayoría de casos se registran en zonas costeras y en la capital.
Los aldeanos enfurecidos golpearon al individuo hasta la muerte y quemaron su cuerpo.
Había salido un año antes de la cárcel tras ser condenado por la violación y asesinato de una mujer en 1998.
El acusado escapó de la prisión donde esperaba el juicio, y regresó a su casa rural donde fue reconocido por los aldeanos.