Un turista tuvo un mal día luego de realizar un errado cálculo cuando hacía un clavado.
Se encontraba de viaje en Turquía, tras ganar un concurso y tener todas las garantías de pago en esta travesía.
El británico pegó su cara contra un costado del barco.
Por ello, tras el hecho, fue llevado a un centro médico, donde se sometió a una cirugía de aproximadamente dos horas.
Los médicos que lo trataron confirmaron que pudo morir.