Peñarol e-sports presentó a través de sus redes sociales a su nuevo jugador: Robertson Escuotto, un gamer jubilado conocido como Tellier50. El uruguayo representará a Peñarol en el juego League of Legends durante el torneo organizado por la Federación Uruguaya de Fútbol Virtual.
Su perfil se hizo viral durante la pandemia, cuando el hombre realizaba horas de streaming en Twitch y llegó a ser destacado por figuras del ambiente como Ibai Llanos, un español con varios millones de seguidores en distintas plataformas.
En esa ocasión Robertson había transmitido en vivo por 24 horas seguidas. “Es una jodida leyenda. No hay edad para esto”, tuiteó Ibai.
Sin embargo, ese no fue el único reconocimiento: Coscu, el streamer argentino, ya le había donado USD 1.000 para que se comprara nuevos equipos.
¿Quién es Tellier50?
Es común escuchar historias de jóvenes que viven de los videojuegos, que realizan “streamings” a través de plataformas, que viajan alrededor del mundo compitiendo o que, desde una habitación, ganan miles de dólares jugando, pero el caso de Tellier50 es distinto.
Detrás de ese nombre se encuentra Robertson Escuotto, un hombre de 71 años y jubilado, que dedica sus días a jugar videojuego. A los 65 años se jubiló y entró en el mundo digital con juegos más clásicos como el ajedrez. Años más tarde encontró nuevas posibilidades en otros más contemporáneos como el League Of Legends.
De chico trabajó en un reparto, fue mecánico tornero, estuvo en una fábrica de carteras e incluso fue mozo, según dijo a El País. Su jubilación le dejó tiempo para abrir nuevos caminos, que al principio eran simplemente una forma de entretenerse en su tiempo libre.
La pérdida de su hijo en enero de 2020 marcó un antes y un después en todos los aspectos de su vida y uno de ellos fue la forma en la que concebía su gusto por los videojuegos. Al verlo triste, su nieto lo motivó a compartir en Twitch las horas de juego diarias que el dedicaba al entretenimiento, algo que al principio no vio con buenos ojos.
Fue rápido que cambió de opinión, se compró algunos artefactos y abrió una cuenta en Twitch, a través de la cual realiza streamings todos los días.
Su otro hijo, Gonzalo, es la persona con la que formó un equipo: Robertson pone “la cara y la voz” y “el resto lo hace Gonzalo”, dijo el hombre a La Diaria.
Actualmente acumula 503.566 seguidores en Twitch, 140.000 en Youtube, 133.000 en Instagram y 46.700 en Twitter, convirtiéndolo no solo en uno de las personas más grandes en transmitir, sino que también en una persona reconocida en el ámbito.