La piel del bebé recién nacido es muy suave y delicada, por lo general puede presentar ciertas irregularidades que son normales como sequedad, ciertas manchas, acné, pero cuando hablamos de la coloración si hay que estar atentos a cambios sobre todo en los primeros días de nacido.
Consultar de inmediato si la piel del bebé tiene un color inusual es importantísimo para un diagnóstico y tratamiento oportunos.
En el caso de la ictericia, o la coloración amarillenta, hay forma de ayudar a prevenirla.
Recuerde que el bebé necesita la luz del sol pero sin abusarse.
Unos minutos muy temprano en la mañana serán suficientes para recibir la vitamina d que su cuerpo requiere.