Después de una operación quirúrgica es normal sentir dolos, pues todos los procesos reparativos provocan una inflamación que desencadenan el malestar, explica la doctora Carolina Rojas Zamora, master en medicina paliativa. La especialista aclara que lo que se espera es que el dolor persistente durante dos semana, para luego disminuir conforme se reduzca la inflamación en la zona intervenida.