La semana pasada, una estatua que construirán en honor a la princesa Diana desató una ola de especulaciones. Para poder inaugurarla se invitó a los dos hijos de Diana, William y Harry. Sin embargo, ni siquiera el cumpleaños número 60 de su madre parecía volver a reunirlos.
La fecha era el 1.° de julio, pero Harry no confirmaba y se rumoraba que su regreso al Reino Unido era casi un imposible. Sin embargo, la muerte de Felipe, el esposo de la reina Isabel, cambió todo eso. Ahora, el mundo tendrá los ojos en Harry y Meghan. Ante el triste deceso de su abuelo, el joven príncipe y su esposa quedarían muy mal si ponen sus desencuentros con la familia por encima de esa despedida. Pero si van a Londres, también serán la comidilla de todos los medios, en su mayoría molestos por el daño que le hicieron al Reino Unido con su entrevista.
El príncipe Felipe fue, sin quererlo, uno de los protagonistas de la polémica entrevista con Oprah. El patriarca de la familia estaba muy enfermo por esos días y había sido trasladado a un hospital. Muchos días después de esa explosiva cita, cuando ya la crisis en la familia real era una verdad sonora, tanto Harry como Meghan dejaron saber que ellos habrían cancelado la entrevista si el abuelo fallecía.
Felipe estuvo varios días sin saber lo que su nieto había hecho, pero una vez se recuperó temporalmente, se decía que sería la única persona que podría ayudar a arreglar esa crisis. En medios ya se había publicado la versión de que él había sido el encargado de acercarse a Harry y lograr sanar esas heridas.
Muere el príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II del Reino Unido
Sin embargo, el hueco que crearon tanto Harry como Meghan es enorme. Todavía se busca a la persona de la familia real que le habría preguntado a Harry si su hijo sería moreno. Aunque se ha especulado que puede ser la princesa Ana, nada está confirmado. También se creó una enorme pelea con William, quien criticó en privado duramente que Harry utilizara conversaciones privadas en un programa de televisión y que Meghan hablara mal de Kate, de quien sostuvo que incluso la había hecho llorar antes del matrimonio. Agregó que los cortesanos, además, le prohibían salir con sus amigas y le pidieron ser “cincuenta por ciento menos Meghan Markle”.
La verdad es que desde que Harry y Meghan sacudieron al mundo en 2020 con el anuncio de su salida de la monarquía, se sabía que tarde o temprano se desahogarían. Aunque el palacio de Buckingham estaba preparado para que se despacharan, el bombazo, que se vio venir, tomó por sorpresa a todo el mundo.
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Hasta hoy, los escándalos de los Windsor habían sido de sábanas. Y, aunque en el pasado algunos de ellos tuvieron gaffes con el tema de la raza (como cuando Harry se disfrazó de nazi o se rumoró que su abuelo Felipe era pro-Hitler), jamás se habló antes de un ataque discriminatorio tan frontal de un miembro de la casa.
En su comunicado en respuesta al programa, la reina manifestó que algunas de las cosas dichas por los Sussex son cuestionables. Al menos así interpretan algunos la expresión while some recollections may vary (en tanto que algunos recuerdos pueden variar), utilizada para anunciar que investigará privadamente el tema. “Es una exquisita frase para acusar a los Sussex de vivir en un mundo de fantasía al estilo Disney”, dijo el biógrafo real Tom Bower.
Como pasó con la entrevista de Lady Di, hoy los británicos están divididos. La mayoría opina que la de los Sussex fue inapropiada. Pero no hay que hacer sondeos para ver el daño que hizo. Por un lado, perjudica la reputación que ha atesorado la realeza británica, a pesar de una abdicación, tres rupturas matrimoniales en un solo año (1992) y otros escándalos. Ahora, creen los observadores, se ha rasgado definitivamente ese misterio que ha tejido la magia del trono. Y aunque la pareja trató cariñosamente a la soberana, en realidad todos los golpes los recibió ella por ser la cabeza de la Corona.
Ahora, los dos tendrán que enfrentar que apenas pasaron unas semanas entre la entrevista y el deceso del príncipe Felipe y si van al entierro o si se quedan tendrán que leer en todos los medios y escuchar cientos de comentarios de que al lado de este gran dolor que enfrenta su abuela por la pérdida del gran amor de su vida, tuvo que lidiar también con la sacada de trapos al sol de su nieto.