Ante una serie de denuncias anónimas se logró ubicar una gallera clandestina.
Cuando las autoridades llegaron al sitio, la mayoría de los involucrados lograron escapar por la montaña.
Allí comercializaban comida y licor.
Inclusive tenían camisas alusivas a la actividad.
Al menos siete personas se presentaron ante las autoridades judiciales.
Se localizaron 75 gallos, dos sin vida.
Menores de edad formaban parte del evento.