Con apenas 22 años debió dejar el fútbol luego de una serie de lesiones, pero Kevin Lidin afirma haber encontrado la felicidad lejos de la redonda y la clave estuvo en un cambio radical de vida. El sueco se hizo instructor de yoga en Ko Pha-ngan, una paradisíaca isla en el sureste de Tailandia. Su historia dio la vuelta al mundo y el ahora monje budista suele publicar mensajes en los explica por qué tomó su decisión y por qué entiende que hoy es una mejor persona.
Nacido el 4 de marzo de 1999 en Lund, Lidin llegó al fútbol italiano con apenas 18 años y fue captado por el Bologna, que lo incorporó en su equipo Sub 19. Se destacó en el puesto de mediocampista. Jugó en otros equipos del Ascenso en la península como el Paganese y el Pisa (el mismo donde Diego Simeone debutó en Europa en 1990) y con éste equipo logró el título de la Serie C en 2019.
Pero en pleno apogeo de su carrera deportiva y con el sueño de llegar algún día a la élite del Calcio, la Serie A, las lesiones le jugaron una mala pasada y en medio de la pandemia de COVID-19 debió colgar los botines en 2021. Aunque aquella meditada decisión fue promovida por su necesidad de la búsqueda de su felicidad.
Viajó a Tailandia y allí encontró la paz y tranquilidad que tanto buscó. “En 2021 mi carrera futbolística profesional terminó debido a lesiones. Empecé a preguntarme qué es la felicidad y cuál es el propósito de la vida”, admitió Lidin en 2023.
El nórdico experimentó una serie de cambios que fueron más allá de su aspecto. Abandonó el alcohol y el consumo de “productos fáciles”, tales las redes sociales o alimentos poco saludables en la búsqueda de la “verdadera felicidad”.
“La mayoría de las personas nunca sabrán cuál es el propósito de la vida; los que sí lo hacen, a menudo creen que ser financieramente libres o famosos los hará felices”, aseguró el escandinavo en su cuenta de Instagram, en la que tiene casi 13 mil seguidores.
“Después de estudiar la ciencia de la felicidad, convertirme en monje y practicar yoga, encontré la respuesta de qué es la felicidad. Aprendí cómo conseguirla y cómo conservarla”, reveló.
Lidin apunta también al saber dar sin pretender nada a cambio: “Los monjes reciben comida y a cambio les dan una bendición o una enseñanza. Sin esto, los monjes no tienen comida. Recibir comida de personas que viven una vida muy sencilla fue difícil. Muchos occidentales no practican la donación. Porque piensan que la felicidad es el dinero y las cosas materiales. Y regalarlo sería lo mismo que regalar la felicidad. Por eso nos aferramos a las cosas, siempre queremos más y no pensamos en los demás”.
“Hasta que me convertí en monje, no entendí realmente la importancia de dar a otras personas. Cuando le das a alguien, y sale de tu corazón (no siendo forzado) y el receptor acepta el regalo y lo aprecia. La felicidad se experimenta para ambos”, agrega.
Por último, Kevin apunta a tres principios claves en la vida de las personas y también los compartió en un video en dicha red social: “Eres el único responsable de tu propia felicidad. No hay relación más importante que la que tienes contigo mismo. No culpes a los demás por tus propias reacciones. La ira, la desesperación y la frustración nunca vienen del exterior”.