Mayra Rosales es conocida en todo el mundo por una razón que en un principio era muy dura, preocupante y lamentable, pero que luego se transformó en una historia de superación insuperable.
La mujer de Texas, Estados Unidos, fue una de las mujeres más gordas de todo el mundo llegando a pesar casi 500 kilos.
Mayra no podía valerse por sí misma para nada: no podía moverse, vivía postrada e incluso tenían que bañarla con baldes.
Llevaba diez años enteros sin poder caminar sin ayuda y llegó a un estado tan crítico que decía simplemente estar esperando su muerte.
De hecho, fue en ese momento en el que se vio inmersa en una grave polémica, ya que se le atribuyó el asesinato de su sobrino. Ella misma se declaró culpable del crimen, argumentando que lo había aplastado sin darse cuenta, aunque en realidad había sido su propia hermana la que lo había matado. Ella asumió la culpa porque en realidad pensaba que su vida no tenía futuro.
Por suerte, llegó un momento de su vida en el que pensó de distinta manera, y buscó ayuda. Se sometió a un bypass gástrico y luego tuvo que seguir con procedimientos, sumando finalmente 11 operaciones.
Estos cambios comenzaron a motivarla y sumó a todo esto, obviamente, una dieta. Cuando se sintió capaz, también empezó a hacer ejercicio.