Horas después de que la Cámara de los Lores haya aprobado la medianoche del lunes la polémica nueva ley de fronteras de Reino Unido, con la que el primer ministro Rishi Sunak quiere demostrar a los británicos que no le tiembla la mano para detener la entrada de migrantes sin papeles en el país.
Este martes por la mañana ha llegado al puerto de Portland, en Dorset (suroeste de Inglaterra), el primer buque-cárcel para alojar a refugiados mientras no se resuelve su situación administrativa en las islas
Su objetivo, combatir la inmigración irregular que llegaba al país de forma reiterada, y para ello se propuso “detener” las llegadas a través del Canal de la Mancha.
Y en el día de hoy ha llegado una de sus medidas estrella para ponerle remedio: un gigante barco que parece un edificio flotante.
Su nombre es Bibby Stockholm y, tras pasar por una remodelación en el puerto de Falmouth, ha llegado ya a la isla de Portland, al sur de Inglaterra. Allí permanecerá durante, el menos 18 meses, en los que dará cobijo a 500 varones solteros solicitantes de asilo en Gran Bretaña.
Una medida, muy criticada, con la que se busca reducir costes de alojamiento en hoteles del país mientras se completan los trámites.
La barcaza, calificada por diferentes ONG como “barco-prisión”, llega en el momento en que el Parlamento británico aprueba una controvertida ley contra la inmigración ilegal. Entre otras cosas, restringe de forma drástica el derecho al asilo, sobre lo que la ONU advierte que va en contra del derecho internacional sobre personas refugiadas.
Con información de Dario AS