Redacción
Repretel.com
La revista Science publicó un artículo titulado “¿Es realmente necesario el cerebro?”, el cual aborda el increíble caso de un joven universitario que llegó hace más de 30 años a consulta con el doctor John Lorber, un neurólogo británico, por un pequeño dolor de cabeza pero resultó que prácticamente no tenía cerebro.
El estudiante de la universidad asistió con el médico general quien notó que además del dolor de cabeza que refería, también la cabeza tenía ligeramente más grande de lo normal. Por este motivo decidió referirlo con Lorber.
El Dr. Lorber, que trabajaba en aquel entonces en el Hospital de Niños de Sheffield y fue profesor de pediatría en la Universidad de Sheffield, recibió al estudiante de Matemáticas poseedor de un coeficiente intelectual elevado, quien aparentemente no mostraba ningún síntoma mayor. Sin embargo, decidió hacerle estudios adicionales, reportó Infobae.
Lorber solicitó un escáner cerebral y encontró que el joven prácticamente no tenía cerebro. Solo se veía una capa de tejido cerebral de aproximadamente un milímetro.
Para su sorpresa, lo que realmente tenía el estudiante era hidrocefalia, que es la acumulación de una cantidad excesiva de líquido cefalorraquídeo en el cerebro.
“Hay un joven estudiante en esta universidad que tiene un IQ de 126, ganó honores en su clase de matemáticas y es totalmente normal socialmente. Y aún así, el chico virtualmente no tiene cerebro”, dijo Lorber según el estudio publicado en la revista.
“Vimos que en lugar del grosor normal de 4.5 centímetros del tejido cerebral entre los ventrículos y la superficie cortical, solamente había una delgada capa que mide un milímetro más o menos. Su cráneo está lleno principalmente de líquido cerebroespinal”, dijo el neurólogo.
Lorber estaba asombrado de que alguien con un manto cerebral tan reducido no solamente pudiera desenvolverse con normalidad entre sus compañeros, si no tener un alto grado de aprovechamiento académico.
El caso del estudiante prácticamente sin cerebro era realmente único y creo mucha controversia y especulación entre los expertos en la rama médica.
Varios médicos, entre ellos el neurocirujano Kenneth Till, del Hospital Great Ormond Street para Niños Enfermos en Londres, señalaron que la interpretación de los escáneres cerebrales puede ser difícil, siendo probable que haya más tejido cerebral en el cráneo de lo que se aparenta.
Lorber, quien falleción en 1996, respondió a sus críticos diciendo: “Por supuesto que estos resultados son dramáticos, pero no son totalmente dramáticos”, agregando, “No puedo decir si el cerebro de este estudiante de matemáticas pesa 50 gramos o 150 gramos, pero es claro que no está para nada cerca del peso normal de 1.5 kilogramos”.
La realidad era que el estudiante de matemáticas, que había cursado hasta la universidad sin ningún inconveniente, no tenía gran parte de su cerebro. Por lo cuál, el caso de este alumno recordó a muchos la impresionante capacidad que puede tener el cuerpo humano, específicamente el cerebro, a adaptarse ante las circunstancias.
Entre otros casos insólitos se encuentra el de una mujer que aparentemente solo tenía estrés, pero una visita médica resulto en un diagnóstico devastador.