Se perdió el debut ante Costa Rica por lesión y apreció con un gol heroico ante Inglaterra, pero el Mundial 2014 de Luis Suárez será recordado por un solo hecho: el delantero mordió a Giorgio Chiellini en el duelo ante Italia. Los árbitros no lo advirtieron. Pero la televisión lo repitió hasta el hartazgo y la FIFA operó de oficio.
Suárez, uno de los mejores y más polémicos futbolistas del mundo, mordía por tercera vez a un rival en pleno partido. Como en Ajax y en Liverpool. La victoria 1-0 con gol de Diego Godín le dio al equipo charrúa el boleto a la siguiente fase de la Copa del Mundo. Pero la alegría duró hasta que se confirmó que el Pistolero era sancionado con dureza. Su conducta derivó en cuatro meses sin poder participar en ninguna actividad deportiva, nueve partidos oficiales sin vestir la camiseta uruguaya y una multa de 100.000 francos suizos (112 mil dólares).
De aquel partido disputado el 24 de junio de 2014, hasta este viernes, pasaron exactamente 640 días. Y mientras Luis Suárez esperaba ansioso por volver a ponerse la camiseta celeste, el resto de los protagonistas de aquella polémica jugada continuó su camino sin problemas.