Sobrellevar una ruptura sentimental nunca es fácil, y si esa separación genera un interés mediático como el que ha provocado el fin de la relación entre Ana de Armas y Ben Affleck, la situación puede ser más que dura.
El fin del idilio entre los actores era algo que muchos esperaban después de los rumores de crisis que llevaban semanas sonando fuerte. La pareja se convirtió en el comentario obligado de Hollywood desde el momento en que se les vio juntos por primera vez, a principios de 2020.
Los 15 años que les separan hicieron creer que lo suyo sería algo pasajero pero, a medida que avanzaban los días, se les podía ver cada vez más y más enamorados, hasta el punto que no tardaron en irse a vivir juntos y que Ana de Armas empezó a relacionarse con los hijos del actor.
Su relación ha funcionado muy bien durante la pandemia pero una vez las medidas de seguridad dejaron de ser tan estrictas y cada uno pudo retomar sus proyectos laborales, las cosas empezaron a no ir tan bien.
Sus proyectos de vida son distintos ya que ambos se encuentran en dos puntos vitales que no tienen nada que ver. La actriz está comenzando a despuntar en Hollywood después de años de trabajo mientras que Affleck busca asentarse en Los Ángeles para estar cerca de sus hijos.
Viendo estas diferencias irreparables, la pareja decidió romper su relación a principios de este 2021 aunque, por lo que cuentan quienes les conocen, está siendo algo muy duro. El actor ha sido visto con aspecto algo desaliñado cuando ha salido de casa por las compras mientras que ella ha decidido empezar nueva etapa con un radical cambio de look.
Pero esa no es la única decisión que Armas ha tomado. Y es que la artista, que acaba de finalizar el rodaje de “Blondie” para Netflix dando vida a Marilyn Monroe, ha borrado su cuenta de Twitter, algo que inevitablemente se ha relacionado con los acontecimientos que acaba de vivir a nivel personal, recoge Muy Fan.
La cantidad de comentarios y noticias sobre su separación de Ben podrían haberla llevado a tomar esta decisión, según sus seguidores, para ganar algo de tranquilidad mientras pasa la tormenta.
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