Un grupo de cientÃficos ha analizado la piel fosilizada de un carnotauro (Carnotaurus sastrei) descubierto en 1984 en la Patagonia y ha descubierto que presenta una amplia gama de escamas, pinchos, bultos y arrugas, según queda descrito en un artÃculo publicado el mes pasado en la revista Cretaceous Research.
Los expertos han comprobado que las escamas de este dinosaurio, que se caracteriza por presentar dos pequeños cuernos sobre los ojos, no disminuyen de tamaño a medida que se distribuyen del núcleo del cuerpo hacia la cola, mientras que las escamas más grandes están repartidas de forma aleatoria por el tórax y la cola.
Más diversa de lo que se pensaba
“Al observar la zona de los hombros, el vientre y la cola descubrimos que la piel de este dinosaurio era más diversa de lo que se pensaba hasta ahora, y que consistÃa de pinchos cónicos grandes distribuidos al azar rodeados por una red de pequeños pinchos alargados en forma de diamante o escamas subcirculares”, explica Christophe Hendrickx, paleontólogo de la Unidad Ejecutora Lillo (Argentina).
Se cree que este terópodo, subespecie caracterizada por tener huesos huecos y extremidades con tres dedos funcionales, era un bÃpedo que carecÃa de plumas y presentaba una piel escamosa parecida a la de los lagartos actuales.
Los investigadores han estudiado seis fragmentos de piel extraÃdos del cuello, la cintura escapular, el tórax y la cola de este ejemplar de Carnotaurus sastrei que, aseguran, es el terópodo no aviar con la piel mejor conservada que se conoce.
¿Para qué servÃan?
Uno de los fragmentos presenta una forma parecida a los diamantes, con longitudes mucho más largas que anchas, lo que se asemeja a las escamas que tenÃan los tiranosáuridos, que también vivieron durante el Cretácico superior, hace unos 70 millones de años.
En los años 90, cientÃficos sugirieron que las grandes escamas cónicas de los carnotauros podÃan servirle para protegerse durante un ataque. Sin embargo, el presente estudio sostiene que, simplemente, podrÃan haber tenido una función de exhibición o incluso decorativa.
La presencia de esta gama tan amplia de escamas grandes y pequeñas sigue siendo un misterio que las futuras investigaciones tratarán de resolver, ya que conocer mejor la funcionalidad de esta piel escamosa podrÃa servir para entender cómo vivÃan los carnotauros.