Quizá usted se durmió o levantó viendo un color de la Luna diferente, más parecida a un tono amarillo.
Este fenómeno tiene una explicación.
Según el Heraldo la realidad es que, este no es el tono normal del satélite, sino la luz del Sol reflejada en ella.
Resulta ser que los colores del Sol cuando entran a la atmósfera por defecto cambian sus tonalidades. Cuando la Luna presenta un color más parecido al amarillo es que está más cerca del horizonte.
Debido al ángulo y ubicación, la luz tendrÃa que recorrer una mayor distancia para llegar al ojo humano, en ese proceso colores como el rojo son los que más se encuentran en la atmósfera y el azul, violeta y verde se dispersan.
A diferencia, si la Luna está en una posición vertical, eso favorecerÃa a que se vea más “azul”.
Dicho fenómeno tiene nombre, se llama dispersión de Rayleight. Significa que cada color tiene una longitud de onda diferente.
Fuentes: El Heraldo y BBC.