Las aduanas francesas realizaron una de las mayores incautaciones de objetos arqueológicos saqueados, representando un botín de 27.400 objetos de un “valor inestimable”, acumulados durante años por un misterioso saqueador en el este de Francia, informaron los servicios de aduanas a la AFP el martes.
Una investigación, realizada durante más de un año por un equipo de agentes de aduanas francés en cooperación con las autoridades belgas y los servicios descentralizados del ministerio de Cultura, permitió esta incautación récord, indicó la dirección de aduanas.
El saqueador se concentró en diversos sitios de referencia del este de Francia donde, equipado con detectores de metales y de una cultura científica arqueológica muy sólida, reunió durante años esta colección inédita para fines personales y mercantiles.
Este francés, oriundo de la región de Gran Este, había comenzado a despertar las sospechas de las autoridades al declarar en 2019 que había encontrado por casualidad 14.154 monedas romanas, en un terreno que había adquirido en Bélgica.
Los expertos belgas enviados tuvieron dudas rápidamente sobre la autenticidad de este descubrimiento y lo remitieron a la Dirección Nacional de Inteligencia y de Investigaciones Aduaneras (DNRED) francesa, a cargo de la lucha contra el tráfico de bienes culturales.
La DNRED estableció que “el tesoro monetario que despertó sus sospechas proviene de diversos saqueos en Francia”.
En casa del saqueador, hallaron un total de 27.400 objetos de una calidad excepcional que datan de diversas épocas, incluido un rarísimo dodecaedro romano, un objeto de 12 caras del que solo existen algunos ejemplares en el mundo.
Al cabo de esta investigación, el dossier será transmitido próximamente a la justicia francesa. Aparte de una multa aduanera colosal, el saqueador podría ser condenado a prisión.
Esta incautación es “un claro mensaje dirigido a quienes, por el beneficio y el placer egoísta de algunos, nos privan de nuestro patrimonio común y borran partes enteras de nuestra historia”, reaccionó en un comunicado el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, mencionando “un tesoro inestimable”.