Cuando las personas están pensando en realizar paracaidismo reflexionan varias cosas, pero de seguro son muy pocos los que deciden ir a un médico y buscar la aprobación para hacerlo en un primer lugar. Sin embargo, aunque tengan el consentimiento de un profesional, eso no es una garantía de seguridad. Todo cambia cuando se está ahí arriba. El australiano de 22 años Christopher Jones, se los puede asegurar, ya que aprendió de la manera más difícil.
El joven estaba participando en un programa de caída libre acelerada y había sido aprobado por su médico para hacerlo. Pero no todo fue color de rosas para Jones, ya que alrededor de 9.000 pies sufrió un ataque convulsivo y perdió el conocimiento. Afortunadamente, su instructor (que también llevaba una cámara de casco) había saltado unos segundos después de él, y se las arregló para acercarse al joven a tiempo y tirar de su paracaídas alrededor de 4.000 pies. Jones recuperó la conciencia cerca de los 3.000 pies y fue capaz de aterrizar de manera segura.
Aún así, esto no hace que la prueba sea menos horrorosa, puedes ver su cercana experiencia a la muerte a continuación:
Jones también llevaba dos dispositivos de activación automática ( DAA ) que se habrían lanzado de su paracaídas si es que el instructor no hubiese podido llegar a él. De todas formas, esta sí que es una historia para contarle a sus nietos.