El ser afinadas individualmente, como si se tratasen de instrumentos musicales, logra que las campanas de viento, consideradas por muchos más que un adornos, generen sonidos particulares que impactan con el sistema nervioso generando un estado de paz.
Populares para acondicionarse en espacios donde abundan las plantas o el aire libre, estos objetos son fabricados como piezas únicas, señala el diseñador Adrián Quesada Steller, quien cuenta que una de sus inspiraciones fue su nieto, un niño con autismo. El afán de conseguir un espacio de calma para el menor llevó al emprendedor a fabricar estas campanas que pueden ayudar a su salud mental.