Desde el último miércoles 28 de octubre, una multitud protesta en Pakistán contra la decisión de la justicia del país, que aprobó el matrimonio entre Ali Azhar, un pedófilo musulmán de 44 años, y una niña de 13, a quien raptó y obligó a creer en el islam.
La comunidad católica del país asiático convocó las manifestaciones después de que un tribunal aceptara la unión y creyera en la declaración del sujeto, quien alegó que la menor “en realidad tenía 18 años”.
La pequeña —última de tres hermanos― creció en una familia cristiana de Karachi, la ciudad más poblada de Pakistán. De acuerdo a Nasir Raza, activista de derechos humanos que ayuda a la familia de la niña,Ali Azhar la raptó el pasado 13 de octubre cuando jugaba afuera de su casa. El hombre la conminó a convertirse al islam para poder casarse.
La madre de la víctima es una de las manifestantes que encabeza las protestas en Pakistán. Ella contó que la misma tarde de la desaparición puso la denuncia en una comisaría local y que, para tratar de evitar la convalidación de la boda, presentó el certificado de nacimiento oficial de su hija.