Por Gabriel Pachecho Vega
La década de los 90 marcó la conexión de Costa Rica al mundo. Lo que empezó como un recurso académico, hoy habita en más del 85% de los hogares de Costa Rica: el Internet.
Desde 1990, la Universidad de Costa Rica estuvo al frente de los proyectos para conectar a Costa Rica con otros países. En ese año, la casa de enseñanza estableció conexión con “Bitnet”, una red de investigación que unía a las principales universidades del mundo para intercambiar información académica.
Ignacio Siles, investigador de la historia de internet en Costa Rica, recuerda que la UCR fue la única institución que mostró un verdadero interés por unirse a esta red precursora de Internet; aunque la entidad no iba a financiar el proyecto sí facilitó la infraestructura y respaldó la idea.
Estudiantes de la escuela de Computación de la UCR utilizando computadoras en 1990. Dispositivos no tenían conexión a ninguna red. Foto: Archivo UCR
Siles, en su libro “Por un sueño En.Red.dado”, asegura que ICE Y Racsa consideraban a Bitnet una red “con poco potencial, por no decir un mero entretenimiento de universitarios”. Fue gracias al Banco Interamericano de Desarrollo, al Ministerio de Tecnología y otras instituciones que se consiguió el financiamiento del proyecto.
El 8 de noviembre de 1990 finalmente la UCR se conectó a Bitnet, red que en 3 años ya era usada por 1734 usuarios. Según Siles, Guy de Téramont, ingeniero encargado del equipo que trabajó en la conexión a Bitnet, creía que el siguiente paso era conectarse a una red que tomaba relevancia en el mundo. Era abierta, independiente y con gran potencial de crecimiento. Se llamaba “Internet”.
Parte del equipo que logró gestar la primera conexión a internet liderado por Guy de Téramond (camisa azul). Foto: Archivo UCR
El camino hasta gran día de la conexión también fue difícil. “Algunas dependencias de la UCR cuestionaban las decisiones administrativas que habían convertido a Guy de Téramond y su grupo de trabajo en el centro de operaciones en materia del desarrollo de redes informáticas” afirma Ignacio Siles. Esto, unido a otras diferencias hizo que De Téramond se separara del proyecto y la UCR a inicios de 1992.
Pero las autoridades universitarias creían en el proyecto y le pidieron volver. En mayo de 1992, De Téramond regresó y se fundó la Unidad de Redes en la UCR.
En el sótano del Centro de Informática el equipo de ingenieros inició sus labores. A finales de ese año todo estaba listo para generar la conexión, sin embargo, en agosto el huracán Andrew hizo estragos en la Florida y las antenas a las que se enlazaría el país se dañaron.
Pero el 26 de enero de 1993, finalmente se escribió la historia. “Salió don Guy de la oficina diciendo ‘¡Un paquete, un paquete!’. En ese momento llegó la conexión y recibimos el primer paquete de datos por internet”, así lo cuenta Abel Brenes, ingeniero informático que participó en el equipo que nos conectó al mundo.
Él asegura que sintieron mucho orgullo por este logro. Un hito que introdujo al país hacia un nuevo universo por explorar.