Redacción
Repretel.com
La nueva guía institucional de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) para el manejo de diabetes busca un abordaje individualizado e interdisciplinario de la enfermedad con el objetivo de que el paciente entienda que los cambios en sus hábitos son la base fundamental para controlar el padecimiento sin llegar a complicaciones graves.
Entre esas dificultades se registran la ceguera, el fallo renal, las demencias vasculares y fallos cardiovasculares y las amputaciones de extremidades. El 15 % de los enfermos puede tener complicaciones en el pie y cuya complicación más extrema es la amputación.
Las consecuencias más severas de una enfermedad descontrolada ocurren tras una década del diagnóstico en personas sin apego a los medicamentos o que desconocen que el manejo adecuado de los medicamentos es insuficiente para llegar a estar en un estado de control óptimo, donde puedan librarse de los daños severos.
Según el doctor José Miguel Angulo Castro, jefe de “Área de atención integral de las personas”, la nueva guía hace énfasis en que la educación orientada al conocimiento y participación del paciente y su familia en el control de la diabetes evita la hospitalización por complicaciones.
Por lo tanto, el mensaje de la guía para los pacientes es que la base del camino del control de la enfermedad va más allá de los fármacos y hace un llamado al paciente a tomar mayor compromiso y responsabilidad para hacer cambios de hábitos necesarios con el propósito de hacer frente a la enfermedad desde que es diagnosticado.
Para el doctor Angulo las personas con diabetes pueden tener la misma expectativa de vida de una persona sana, siempre y cuando esté controlada”, afirma el médico. Hasta el año pasado solo cuatro de cada diez personas con diabetes tenían la enfermedad controlada en estado óptimo.
Más educación para el control óptimo de la enfermedad
“La educación es la esencia del manejo de la enfermedad”, señala el doctor Angulo. Y para eso, en esta nueva guía se reforzó el manejo orientado a la educación y a la participación del paciente y su familia en el control de la enfermedad.
La guía llama a los servicios de salud a colocar en la comunidad la información para la vida saludable integral y la motivación para favorecer el cambio de hábitos.
Entre los puntos clave de educación están los siguientes: la aceptación y adherencia al tratamiento, la actividad física, que ayuda al bienestar en general y al control del metabolismo; la alimentación saludable, para evitar los azúcares y las grasas que provocan las descompensaciones; y el manejo psicológico, porque se sabe que comprender la enfermedad y gestionar los cambios necesarios para tener buen control implica replantearse la forma de vivir la vida para enfocarse en el bienestar futuro.
Para eso es esencial que la persona entienda la enfermedad: qué es la diabetes, cuáles son sus complicaciones, cómo se previenen, cómo se hace actividad física regular, cómo se aplica regularmente el tratamiento, cómo hay que adecuar la alimentación para lograr las metas óptimas de tratamiento, que son aquellos niveles de azúcar en sangre que reflejan que la enfermedad no hace daño.
La importancia de considerar las emociones detrás de los hábitos
Un aspecto novedoso es que la guía incluye orientaciones de aspecto psicológico para favorecer el control de la enfermedad y les propone a los servicios de salud que orienten al paciente en el manejo de sus emociones.
Por ejemplo, se habla del proceso de hablar con su voz interior para entender el “duelo” en el sentido de pérdida, para reconocer que la vida será distinta a como ha sido hasta ahora, proceso que es necesario pasar para alcanzar una mejor calidad de vida.
Lo segundo busca ayudar a la persona a entender qué acciones desarrollar para el control de la enfermedad. Este punto profundiza a entender las causas de manera práctica y psicológica. Por ejemplo, el sobrepeso puede ser un disparador de la diabetes, pero él podría tener una raíz emocional, como una depresión o un estado de ansiedad. De tal manera que es tan importante saber que el sobrepeso es causa de la diabetes como el por qué estaba allí. Eso facilita el poder desanclar un hábito de consumo y sustituirlo por alimentación más saludable.
Y, lo tercero, es tener claro el beneficio del control libre de complicaciones para motivarse a realizar los cambios necesarios para tener un futuro de bienestar.
La importancia de la familia en la motivación para el cambio
La guía, como documento para orientar a los servicios de salud en el abordaje de la diabetes, habla del manejo familiar de la enfermedad, pues es necesario fortalecer la red de apoyo del paciente, para hacer los cambios necesarios y evitar los daños secundarios de la diabetes.
Esto porque el entorno familiar puede contribuir a la vida saludable en el entendido de que, dentro de sus posibilidades, todos puedan hacer cambios en la alimentación, en la actividad física y en la gestión de las emociones relacionadas con la enfermedad.
Los especialistas señalan actividades simples de grupos familiares como acompañar a la persona a caminar o intentar todos en la casa modificar la dieta para apoyar a la persona enferma y prevenir en su futuro su desarrollo por otro miembro del núcleo familiar.
Esfuerzo institucional para el control en todos los niveles de gestión
Este aspecto del conocimiento y gestión de la enfermedad es relevante una vez alcanzada la etapa de la introducción de medicamentos, pues los especialistas nacionales señalan que Costa Rica es uno de los pocos países donde los pacientes reciben insulinas los 365 días del año.
Ese privilegio terapéutico no lo ofrecen todos los sistemas públicos del mundo, por lo tanto, además del beneficio del acceso a los medicamentos, es necesario incentivar la educación en los servicios de salud como uno de los restos para mejorar el índice de control.
La CCSS ya había implementado recomendaciones para fortalecer el empoderamiento del paciente para colaborar con el control óptimo de pacientes mediante la Estrategia Nacional para el Abordaje Integral de las Enfermedades Crónicas no Transmisibles y Obesidad.
Ese proceso avaló la implementación del Programa de Intervención Nutricional de las Enfermedades Crónicas, más conocido en un inicio como PINEC.
Este modelo de atención se desarrolla de forma grupal y se basa en la atención nutricional individualizada de un profesional de nutrición, junto con un programa de educación terapéutica, que incluye la participación de profesionales de psicología, enfermería, medicina, farmacia, trabajo social, actividad física y otros profesionales en salud.
La nueva guía de abordaje de la enfermedad incorpora lo aprendido en ese proceso y alinea la estrategia en la atención de la diabetes dentro de las acciones de la guía propiamente dicha.
Entre los mensajes educativos se pretende colocar en la comunidad los siguientes consejos de prevención:
1.Mantenga un peso saludable.
2.Cumpla con los tiempos de comida recomendados y no se salte ninguna comida.
3.Aumente el consumo de fibra comiendo frutas con cáscara, vegetales frescos, frijoles, garbanzos, lentejas y productos integrales.
4.Disminuya o elimine el consumo de azúcares y harinas refinadas.
5.Modere el uso de edulcorantes artificiales sin calorías, prefiera el dulce natural de los alimentos.
6.Prefiera siempre los alimentos naturales sobre los productos procesados que vienen empacados.
7.Mejore la hidratación. Tome mínimo ocho vasos de agua todos los días como medida de protección del riñón.
8.Abandonar el consumo en excesivo de alcohol
9.Manténgase activo y practique actividad física rutinaria acorde con sus capacidades.
10.Asista a control médico de forma periódica, para conocer cómo esta su glicemia y su perfil de lípidos en sangre y monitoree su glicemia frecuentemente y a diferentes horas de día, con el propósito de conocer cómo reacciona ante diferentes alimentos, ejercicios y estados de ánimo.