El periódico local Correo del Caroní decribió crudamente la realidad de las víctimas: "Ambas historias tienen los mismos elementos: familias numerosas, miseria, y dietas similares: nada de leche materna y mucha maicena. Ambas tuvieron el mismo final".
Joelvis Quijada tenía un mes de edad, mientras que Santiago Velázquez nació hace 90 días. Con estas dos víctimas ya son cuatro los niños que han muerto de hambre en el Hospital San Félix de Bolívar, en el centro este del país, desde que comenzó el 2017.
César Dommar, pediatra egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y ex jefe del Servicio pediátrico Menca de Leoni, consultado por el periódico, explicó que a la miseria se suma el desabastecimiento. "El seguimiento debe hacerse, pero el Estado abandonó esas políticas. Entonces, la gente desiste de ir a los controles porque no hay vacunas o insumos. Los programas de atención a las embarazadas únicamente quedó para medir barrigas y más nada. Ya no les dan ningún tipo de proteínas ni productos lácteos", sentenció.
"Hay otro elemento que origina el problema: nosotros somos, en América Latina, el primer país en cifras de embarazos precoces. La forma de alimentar deja mucho que desear por desconocimiento materno y por disposición económica. Sabemos que si no hay lactancia materna, hay fórmulas, pero las fórmulas o son muy costosas o están escasas", agregó el especialista.
Ante este escenario, la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, aprobó ayer una propuesta para combatir la crisis alimentaria que consiste en la creación de un Consejo de Emergencia Agroalimentaria, cuyo objetivo es hacer frente al profundo desabastecimiento que afecta desde hace tiempo al país caribeño.
Tras la aprobación en el Parlamento, en 30 días se debe acordar un plan de emergencia, según consigna El Nacional. "Este Consejo estará conformado por el gobierno nacional, la Asamblea Nacional y los distintos sectores que se encargan de la producción, distribución y comercialización de los alimentos en el país", señala el documento de la propuesta, que fue leído por José Ignacio Guédez, secretario del Parlamento.