Tras la muerte de Joseph Aloisius Ratzinger, más conocido como Benedicto XVI, la Cuidad del Vaticano se llenó de fieles para despedir al papa emérito.
Unas 40 mil personas se acercaron a la Basílica de San Pedro en el primer día de capilla ardiente del papa Benedicto XVI, cifra que superó lo esperado por la delegación del Gobierno en Roma.
El cuerpo de Ratzinger se encuentra expuesto ante los fieles que deseen acercarse, custodiado por autoridades y en velación por la Iglesia Católica.
La capilla ardiente provocó una larga fila de personas que daba la vuelta a la plaza de San Pedro y que desfiló ante los restos del papa alemán.
El emérito Benedicto XVI será enterrado en la cripta de la Basílica de San Pedro, donde reposan muchos otros papas de la Iglesia Católica.
El último papa que fue enterrado en la cripta de la Basílica de San Pedro fue Juan Pablo II.
Benedicto XVI yace sobre una plataforma adornada, comúnmente llamada catafalco, de tela dorada sobre el lugar en el que según la tradición fue sepultado San Pedro.
Además, vestía la casulla roja (color del luto papal) sobre una túnica blanca y, por no ser el actual papa, no se le colocó la estola blancaque representa su jurisdicción.
También, el cuerpo llevaba un rosario y el anillo que llevó durante su tiempo de emérito que evoca el poder papal.