Redacción
Repretel.com
Los recién casados Katie y Tom Bennet de Reino Unido vivían una vida de ensueño. Planeaban realizar su luna de miel pero antes de eso descubrieron que se encontraban a la espera de su primer hijo.
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Cuando Katie dispuso a realizarse la primera ecografía de control recibió una desgarradora noticia: tenía cáncer de vejiga.
En febrero de 2018, la mujer de 29 años estaba feliz de saber que estaba embarazada de su primer bebé, pero en el inicio de su gestación presentó un sangrado que tuvo que someterse a un escaneo temprano.
“En nuestra primera ecografía nos dijeron que se podía escuchar el latido del corazón, así que sabíamos que todo estaba bien con el embarazo, lo cual fue un alivio enorme y estábamos muy emocionados”, expresó Katie, quien es propietaria de un negocio de pasteles.
Según reseña el portal Daily Mirror, después de que Katie se realizara el estudio fue trasladada a un consultorio principio y le dijeron que “algo andaba mal con su vejiga y que probablemente era cáncer.
“Mi mente se quedó en blanco al principio, estaba en estado de shock ya que era tan inesperado, pero entonces simplemente entramos en acción y sabíamos que teníamos que seguir adelante con las cosas”, detalló Katie.
Posteriormente a la fémina se le realizó una cistocopia, para observar dentro de la vejiga y es allí cuando fue confirmada la enfermedad.
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El sueño de tener una luna de miel en Creta había terminado y el viaje fue cancelado. Con apenas 12 semanas de embarazo, Katie fue sometida a una cirugía para extirpar la mayor cantidad de tumor posible.
Para que el bebé no sufriera daño alguno, los médicos utilizaron una máquina especial que significaba que estaba despierta durante la operación de una hora, aproximadamente.
“Cuando nos dijeron que el embarazo estaba bien, fue una sensación increíble” contó Katie al medio británico.
El tratamiento que debía tomar la mujer se pudo haber comenzado de inmediato, pero debido al embarazo, no era una opción.
No obstante, dos meses antes de dar a luz, a la futura madre se le realizó otra cistocopia, que lamentablemente reveló que todavía había algo de tumor en su vejiga.
Después de dar a luz a un bebé sano, Katie se tuvo que someter a un tratamiento contra el cáncer. Inició su ciclo de quimioterapias de seis semanas, que se bombeó directamente a la zona afectada para reducir los efectos secundarios.
La nueva madre admitió que teniendo a un recién nacido en casa y con el tratamiento fue un proceso realmente agotador.
“Fue agotador y solo quería estar con Oscar (bebé) y en casa, pero tenía que ir al hospital una vez por semana para recibir tratamiento”, expresó.
Ante el tratamiento recibido, el tumor redujo su tamaño pero no se erradicó por completo. Posteriormente, empezó a recibir unas curas más agresivas de las cuales ella siempre estuvo de acuerdo, ya que se sentía capaz de soportarlo.
“Siento que Oscar me ha salvado la vida. Nunca hubiera sabido que tenía esto si no fuera por el embarazo”, manifestó Katie.
La joven madre es propietaria de una pastelería y debido a la experiencia que vivió se unió a Macmillan’s Coffee Morning durante este mes para apoyar la causa. El sitio en internet está financiado casi en su totalidad por donaciones y simplemente apoyar a personas con cáncer.