La intervención del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ha paralizado las labores rutinarias en el “Hogar manos abiertas”, que alberga a pacientes terminales en Alajuela. Las medidas cautelares en contra de los administradores del recinto ha permitido que sea el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) la que dirija la atención y próxima contratación de trabajadores temporales para que se atienda a los residentes.
Ante esto, 100 empleados de la fundación dirigida por presuntas religiosas, permanecen en incertidumbre, pues desconocen si se les renovarán los contratos o estos perderán toda validez. De acuerdo a Kennly Garza, directora del PANI se ha comunicado a todas las instituciones del Estado para que realicen la suspensión de recursos.