La superioridad, en casi todas las líneas, de la selección de Panamá, enmudeció el estadio Ricardo Saprissa, que no solo atónito vio como se esfumaba el sueño de alcanzar el boleto para la Copa América, sino que fue testigo de que la “tricolor” está lejos de ser una de las selecciones más importantes de Concacaf.
Fueron tres los goles que marcaron la pesadilla del debut del técnico argentino, Gustavo Alfaro, al mando de la “sele”. Sin duda será un proceso largo el que deberá enfrentar el estratega para devolverle a Costa Rica su esencia de juego para remontar el momento que atraviesa.