La imagen de Alix Schoelcher Idrache llorando durante su graduación como cadete de las Fuerzas Armadas norteamericanas ha dado la vuelta al mundo por una razón muy especial. Alix nació en Haití, donde su padre, Dieujuste, se encargó de que recibiera la mejor educación posible. Lo veía como la única oportunidad que tendrían sus hijos de salir adelante, ya que luchaba diariamente por poner pan en su mesa.
Alix no desperdició la oportunidad y, gracias al incentivo de su padre, pasó su adolescencia dedicado plenamente a los estudios. Cuando su padre vio la facilidad que Alix mostraba en el ámbito académico decidió migrar a los Estados Unidos para abrir aún más puertas para su familia. Fue así que en el año 2009 Alix se fue con su familia a EEUU. A pesar de que apenas sabía inglés, logró entrar a una de las escuelas militares más prestigiosas de los Estados Unidos.
Cuando Alix era niño veía como las Fuerzas Armadas norteamericanas ayudaban en su cuidad natal de Puerto Príncipe y siempre le fascinó la tecnología de los aparatos que utilizaban los militares, pero en particular, el Boeing Chinook le dejo una marca para siempre.
Aunque en Haití el convertirse en piloto no es una opción factible en la mente de las personas, Alix espera lograrlo debido al increíble esfuerzo que ha había hecho su padre.
"Las personas de donde yo vengo no crecen para ser pilotos. No sueñan con volar helicópteros, no es algo que se haga. No dices que serás pilotos y haces que pase. No hay fuerzas aéreas, no hay helicópteros, no hay escuelas de vuelo. No hay nada de eso."
En Julio, Alix ingresará al Centro de Excelencia en la Aviación Militar en Alabama, como el mejor graduado en física de su generación. Todo gracias a la determinación de su padre y su esfuerzo personal.
El cadete escribió en su Instagram:
"En este momento estaba lleno de emociones. Habían 3 cosas que tenía en mente que me llevaron a las lágrimas: La primera es el dónde comencé… la segunda es dónde estoy… y la tercera es hacia donde iré."
Emocionante historia, ¿no? Compártela con tus contactos para que la historia de Alix puede seguir inspirando gente a seguir sus sueños.